Hace unos cuantos años atrás (1995), a punto
de comenzar las dos el profesorado de Educación Artesanal y Técnicas, se vieron
por primera vez en un patio lleno de personas que comenzaban el ciclo lectivo, se
miraron, se hablaron y fue como si se
hubieran conocido de toda la vida. Ahí comienza la historia con la historia de
cada una. Con familias constituidas…, con hijos…, con separaciones…, con pérdidas…,con dolores, pero también
con grandes alegrías…
Trabajando como profesoras, pero siempre en la
búsqueda de algo más… siempre queriendo alcanzar esos sueños que a veces parecían
que se perdían en la vorágine de la vida…, cada una fue encontrando
ese camino que las hace sentirse tan bien. Cada una desarrolla su tarea por separado y se fueron dando cuenta, que en algún punto siempre coinciden en la finalidad de su trabajo.
Hasta que hace unos años atrás (2007), mientras que Livia preparaba los cuadros para la Muestra “Conquistando Espacios”, que presentaría en el Salón Municipal de San Miguel, que la había convocado para exponer su obra, y estando de visita en su taller, Leticia, mirando una obra comenta: “este cuadro podría ilustrar el libro La mujer habitada”… y cuenta la historia… Livia no tenía conocimiento de ese libro, pero era real que su cuadro relataba la historia. En ese momento se dieron cuenta de la conexión que podían entablar, entre lo plástico y lo narrativo oral, entre la obra pictórica de Livia y los conocimientos literarios, de autor, que tiene Leticia…
Y se dieron cuenta que podían unir estas dos actividades que realizan por separado y a la que le ponen tanta pasión.